sábado, 10 de agosto de 2013

VIAJERA

La flor azul vio al pájaro y soñó el vuelo.
Arriba, el cielo abismo; abajo, el espejo del agua dibujaba el infinito.
Un suspiro y la flor dejó la rama.
Sin alas fue imposible alcanzar altura y volando cayó en el frágil cristal del agua.
En el agua no fue pájaro, la flor azul fue barca  que la corriente meció  y llevó quién sabe a qué horizontes.

En la flor vivían el pájaro y la barca: vivía el viaje
La flor azul anduvo su camino.

Pájaro o barca, daba igual, sólo importa vivir la plenitud  del sueño.