domingo, 6 de septiembre de 2009

Tiene la mar la vocación azul de las palabras...

Esta vez la poesía me trajo a Asturias para celebras el privilegio del mar que en esta tierra es parte imprescindible de todo aquello mágico que la define.
Mar adentro (se llama así desde hace ocho años) es este encuentro maravilloso de poetas que vienen a cantarle al mar o a cantar sus versos al arrullo de sus olas.
Candás es el lugar que tiene el privilegio de ser habitado por los versos y por esta gente que defiende la lírica con verdadera vocación y entrega.
Ayer hubo de todo, palabras para entender el RAP, en una ponencia de El Chojín titulada "Olas y adioses (Lo que el mar une)" y lo ha vuelto a hacer, ha vuelto a dar razones suficientes para convencerme de que es, más allá de su oficio, un auténtico comunicador, un hombre que convence y seduce, no sólo por lo que dice y rapea sino por lo que desvelan sus gestos, su voz, su personalidad toda.
"No pretendemos ser objetivos"- dijo en algún momento de su charla (me gusta más que ponencia) y esa es la clave del éxito" según mi modesta opinión, a estas alturas del partido estamos hartos de que nos vendan mundos supletorios, cuando lo verdaderamente importante es que miremos este en que vivimos y desde la visión de cada cual intentemos mejorarlo.
Apelar a la subjetividad es apelar al sujeto, a cada individuo y creo, que es eso de lo que se trata, alzar los ojos del sentido común, dejar de mirarnos el ombligo, conseguir encontrarnos en los ojos de otros y tirar pa'lante como si de un sueño realizable se tratara.
Gracias Chojín, por devolverme siempre las ganas de seguir con este juego.
CONTINUARÉ...

1 comentario:

Vicente dijo...

"Apelar a la subjetividad es apelar al sujeto" comentas en el texto. Me ha gustado y a la vez he recordado la frase de José Bergamín "Si yo fuese objeto sería objetivo, como soy sujeto soy subjetivo".

Un abrazo, amigo.