viernes, 24 de julio de 2009

porque el silencio cansa...

Definitivamente no soy lo que se dice un "bloguero", mirar a la pantalla y verla vacía, suplicante de palabras me asusta.
Y es que aunque parezca que todos los seres de palabra desatada y de ego predispuesto al público y su aplauso podemos zarandear las palabras en cualquiera de sus manifestaciones, hay espacios en que la falta de miradas y presencias asustan la palabrería y en una suerte de diabólica alianza, quedo mudo ante la perpleja desnudez de esa nada que demanda mis letras agolpadas pretendiendo decir aquello que prefiero contar, café por medio, para sentir que el viento se lleva mis palabras t y en su impulso las arropa y vivifica.
Nada, que agosto ya es casi una certeza y yo sigo diciéndome que julio sería el mes ideal para ponerme al día conmigo mismo y todas las buenas cosas que han pasado en los últimos meses: Cuba, Viajes Educativos, mis "Versos para leer con paraguas", Cádiz, Cuenca y el privilegio de compartir, soñar y fundar y mi patio y sus flores y las idas y venidas por estos maravillosos mundos de encuentros y desencuentros.
Tengo que intentarlo y lo haré...¡ME LO PROMETO!