sábado, 4 de abril de 2009

Del tiempo de detenido

Fue aquí donde quedó mi último intento adulto de poesía hace un mes. Veremos cuándo lo retomo o cuándo vuelvo u cuándo acaba...

Hay que volver para saber que ha sido
de la infantil mentira que el recuerdo atesora
Hay que volver aunque nunca es la hora
de reinventar el nido donde nació la aurora

Hay que volver con la mirada limpia
para encontrar los ríos que el pasado dispuso
Hay que volver aturdido, confuso...

Simplemente porque me sabe a tango tanta melancolía, me adorno con una auténtica joya ¡Disfrutadla!
Por cierto, cuarentones de Cuba ¿Recuerdan cuántas fueron las tardes de verano de nuestra infancia salvados por viejísimas películas en blanco y negro?

Impulso

¿Cuánto tarda el alma en acomodarse?¿Cuánto necesitan las emociones para ponerse a tono¿ Prometo que esta vez puse mis ganas a volar para que mi intento de estar "colgado" en la red fuera más que eso pero...
Tuve que irme a Cuba como quien huye, como si en la fuga se me fueran las ganas de estar accesible, a mano. Fue en viaje extraño, ha sido la constatación de la vulnerabilidad. A veces creemos que la vida es fácil, que somos nosotros, en la intención de trascender, quienes la hacemos complicada. Pero todo es menos simple si de afectos se trata, si de raíces va la cosa.
Y juro que no sé que decir porque las ganas y una cierta melancolía me exigen callar.
No digo más, era sólo un impulso, un empujoncito mínimo para contar todo lo que he callado, para saberme en el compromiso de decir todo lo que ha pasado desde la última vez que usé a Coralia Rodíguez por pretexto para que la nostalgia no fuera quien llevara la voz cantante en este "breve espacio" en que estoy intentando ser.
PD. Lo de la Camción de Pablo Milanés es simplemente porque fue testigo de mis primeras nostalgias adultas ¿o de mis últimas nostalgias adolescentes? Nada, me refiero al Moscú de mis 20 años.